El 29 de agosto ENAP desmentía la tesis del Gobierno que sugería a la estatal como la responsable de la nube tóxica que afectó a las comunas de Quintero y Puchuncaví.
En la instancia, la refinería presentó un informe sobre la contaminación en la zona: el estudio fue encargado a Algoritmos, Entidad Técnica de Fiscalización Ambiental (ETFA) y el Centro de Tecnologías Ambientales (CETAM), perteneciente a la Universidad Técnica Federico Santa María.
A través de un comunicado la empresa indicó que "nuestras instalaciones en Quintero no hay presencia de Nitrobenceno, Isobutano ni Metilcloroformo en ninguna de las muestras analizadas”. Además agregaron que en los dos estanques de almacenamiento que estaban en proceso de mantención y el separador en el sector de ampliación contaban con las medidas temporales decretadas por la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA).
"Estos resultados confirman lo que habíamos señalado. Nuestra tarea ahora es desplegar todos nuestros esfuerzos para mejorar día a día los estándares de nuestra operación y participar activamente en el programa impulsado por el Gobierno", así lo informó T13.