Paola Castillo forma parte de nuestra agrupación Quintero y Puchuncaví de Pie. Quiso darnos su testimonio para que en Chile sepan que la contaminación de agosto de 2018 en nuestras comunas, produjo efectos concretos que efectivamente cambiaron las vidas de muchos.
Con franqueza y la tranquilidad que sólo da la certeza de haber hecho lo mejor posible, nos cuenta que uno de sus hijos tiene desde la nube tóxica, unas lesiones feas y molestas en la nuca. Dice que su hijo tiene vergüenza y que su tiempo lo pasa encerrado, que sale poco.
Cuenta que ha pasado un año sin que los médicos de Quintero le digan porqué su hijo tiene así la cabeza.
A pesar de todo, no duda en reconocer el aporte que las industrias han hecho a la economía de muchos, pero advierte que es hora que inviertan en sus instalaciones, para que pueda seguir la convivencia, pero que esta debe ser sana.
Paola Castillo, una mujer valiente dispuesta a hacer lo que pocos quieren, dar la cara, sin pedir nada, y contar su dolorosa experiencia.